Revista de Prensa

Asad: la guerra está en un punto de inflexión

 

Bashar al Asad.
"El ataque frustrado contra la familia del primer ministro interino ha provocado un nuevo vacío de poder en Libia"

El dictador sirio expresó este domingo en una charla en la Universidad de Damasco su satisfacción por las últimas conquistas del Ejército en zonas con presencia rebelde,  lo que, a su juicio, supone un giro importante a favor del bando gubernamental.

En los últimos meses, las fuerzas de Asad han recuperado el control de puntos estratégicos del país en las rutas de abastecimiento del bando rebelde, como la carretera principal que une la capital con el centro del país y la zona mediterránea, además de haber expulsado a las milicias opositoras de numerosos núcleos en los alrededores de Damasco.

Abdulá al Zini presentó ayer su renuncia a causa del atentado frustrado contra su familia por parte de hombres armados ocurrido unos días antes. El nombramiento de Al Zini como primer ministro interino estaba aún pendiente de aprobación por el Congreso General Nacional, máximo órgano de poder tras el derrocamiento de Gadafi.

Un portavoz del Congreso libio anunció la celebración de una reunión mañana martes, en la que se tomarán decisiones para solventar este nuevo vacío de poder.

El encuentro tuvo lugar ayer con la presencia del enviado estadounidense Martin Indyk. Tras más de tres horas de conversaciones, los equipos negociadores dieron por concluida la reunión sin alcanzar ningún acuerdo sobre la posibilidad de continuar el proceso de paz después de la fecha tope del 29 de abril.

La jefa de la delegación israelí, la ministra de Justicia Tzipi Livni, insistió en la necesidad de que la Autoridad Palestina retire su petición de adhesión a 15 organismos internacionales, que llevó a cabo de forma unilateral. Por su parte, el equipo palestino insiste en que Israel debe cancelar la construcción de nuevas viviendas en los asentamientos y liberar a la última remesa de terroristas palestinos como requisito previo para seguir en la mesa de negociaciones.

El régimen de Damasco acusa al grupo yihadista Frente al Nusra de estar detrás de la utilización de gas venenoso en la ciudad de Kafr Zita, en la provincia de Hama, con el resultado de dos muertos y decenas de heridos.

Por su parte, el grupo terrorista islamista asegura que los agentes químicos fueron lanzados por aviones del Ejército sirio utilizando bombas de barril, una tesis que es compartida por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Se trata de Seif al Islam y Saadi Gadafi, dos descendientes del dictador libio, a los que se va a juzgar junto a otros treinta altos cargos por abusos cometidos durante el régimen anterior.

Los cargos a los que se enfrentan los dos hijos de Gadafi son asesinato, secuestro, incitación a la violación, saqueo, sabotaje, malversación de fondos públicos y actos lesivos para la unidad nacional.