Revista de Prensa

Asad, exultante con Ginebra

 

Bashar Asad.

El presidente sirio felicitó por teléfono a su homólogo iraní por el resultado de las conversaciones de Ginebra sobre el programa nuclear de la República Islámica, que, según Asad, fortalecerá el papel de Irán en toda la región.

Asad cree que el acuerdo suscrito en la ciudad suiza beneficiará también a su país, dados los estrechos lazos que su régimen mantiene con el de Teherán.

El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohamed Javad Zarif, dio una conferencia de prensa conjunta con su homólogo turco, Ahmet Davutoglu, en la que subrayó que ambos están volcados en «poner fin al conflicto» y «lograr un alto el fuego, si fuera posible, incluso antes de la conferencia de Ginebra II».

El presidente norteamericano telefoneó ayer al monarca saudí, presumiblemente para ponerle al corriente de los términos en que se ha formalizado el acuerdo provisional con Irán, sellado el fin de semana pasado en Ginebra.

La agencia de prensa oficial saudí se limitó a señalar que ambos mandatarios hablaron de sus relaciones bilaterales y de otros asuntos relevantes a escala regional.

Los hechos ocurrieron en la ciudad de Siliana, en la parte noroccidental del país, en el transcurso de una huelga general para protestar por el agravamiento de las condiciones económicas y en demanda de un programa de inversiones públicas en la zona.

Los fundadores del Movimiento Nacional por el Cambio, todos de origen islamista, pretenden integrar a grupos secularistas y de izquierda para instaurar un régimen democrático que ponga fin al mandato de Bashir, en el poder desde que protagonizó un golpe militar en 1989.

El objetivo de esta nueva agrupación política es que todos los grupos étnicos participen en el Gobierno para poner fin a las rebeliones regionales que asuelan el país desde la secesión del sur, hace dos años.