Contextos

América Latina frente a Israel

Por Ian Tuttle 

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"Con Estados Unidos y Europa afrontando las consecuencias de años de deficiente política económica, Israel busca nuevos socios económicos, especialmente para su destacada industria tecnológica, y los pujantes mercados de América Central y del Sur presentan atractivas oportunidades. Pero hay un obstáculo para una asociación mutuamente beneficiosa, y no es económico, sino político"

Cuando, a finales de 2009, Mahmud Ahmadineyad, entonces presidente de Irán, realizó una visita sin precedentes a Brasil, invitado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Israel tomó buena nota de ello. No habían pasado ni seis meses cuando, durante un viaje por Israel, Lula se negó a visitar la tumba de Theodor Herzl, padre filosófico del sionismo; visita que es un acto oficial para los jefes de Estado que visitan el país. En cambio, se aseguró de depositar una corona ante la tumba de Yaser Arafat.

El marcado rechazo de Lula hacia el Estado judío no hizo más que manifestar de forma explícita el sentimiento antiisraelí latente durante décadas en Latinoamérica; una realidad que, como muchos han señalado, va en detrimento tanto de Israel como de la propia América Latina. Con Estados Unidos y Europa afrontando las consecuencias de años de deficiente política económica, Israel busca nuevos socios económicos, especialmente para su destacada industria tecnológica, y los pujantes mercados de América Central y del Sur presentan atractivas oportunidades. Pero hay un obstáculo para una asociación mutuamente beneficiosa, y no es económico, sino político.

Desde el inicio del reciente conflicto entre Israel y Hamás, cinco naciones latinoamericanas (Brasil, Chile, Ecuador, El Salvador y Perú) han retirado a sus embajadores en Israel, cortando así oficialmente las relaciones diplomáticas. Venezuela y Bolivia las interrumpieron en 2009 y Nicaragua en 2010, pero a finales de julio Bolivia aumentó la censura al cancelar el acuerdo con el Estado judío que eximía del uso de visado, vigente desde 1972. El presidente Evo Morales declaró que Israel era un “Estado terrorista”. Un parlamentario del partido gobernante en Venezuela denominó “genocidio” a la última operación israelí.

No resulta muy sorprendente una fuerte reacción antiisraelí en la región. La mayor diáspora palestina fuera del mundo árabe se encuentra en América Latina: 280.000 personas de origen palestino residen en Honduras, 350.000 en Chile, y decenas de miles más se hallan diseminadas por todo el continente. La abrumadora mayoría de los palestinos que viven en Latinoamérica son cristianos, pero simpatizan con la causa del nacionalismo palestino, cuando no con los grupos islamistas, como Hamás, que lo promueven.

Latinoamérica es también, desde hace mucho, un bastión del izquierdismo: desde el Che Guevara y los Castro a los predicadores de la Teología de la Liberación, los intrigantes políticos se han inspirado en Marx y sus sueños utópicos. Cuba, cénit (o quizá nadir) del comunismo latinoamericano, cortó relaciones diplomáticas con Israel en 1973, coincidiendo con la Guerra del Yom Kipur. En los años 70 el sentimiento antiestadounidense, tan frecuente en Latinoamérica, se hizo extensivo a Israel, considerado por muchos un mero apéndice de Estados Unidos.

Cambiar esta percepción es el objetivo de la Friends of Israel Initiative. Fundada en 2011, la organización ha sido creada por varias figuras internacionales destacadas, como José María Aznar, expresidente del Gobierno de España; John Bolton, ex representante estadounidense ante Naciones Unidas (y colaborador de National Review), y el difunto disidente y presidente checo Václav Havel. Los miembros emplean sus contactos profesionales para modificar la percepción global que se tiene de Israel, mostrando a líderes y políticos internacionales que –como figura en la página web de la organización– “Israel es una nación democrática, abierta y avanzada como cualquier otra, y debe ser percibida y tratada como tal”.

La organización actúa normalmente entre bambalinas, pero recientemente hizo pública una carta en la que se cuestionaba la reciente diplomacia antiisraelí latinoamericana. Dicha carta fue enviada a jefes de Estado, miembros de Gabinetes, parlamentarios y medios de comunicación de toda América Latina.

“Si miran en los medios latinoamericanos de las últimas tres semanas”, dice Rafael Bardají, director ejecutivo de la Friends of Israel Initiative, “todo ha estado en contra de Israel. Queríamos presentar al menos una voz que fuera diferente”.

Brevemente, los autores de la carta desmontan muchas de las falacias de las que se nutre el sentimiento antiisraelí: no fue Israel quien inició esta guerra, señalan, y Hamás no es una organización humanitaria, sino un grupo terrorista que utiliza a civiles palestinos como escudo en sus operaciones. En su consideración final, los autores sostienen:

Nos parece una aberración equiparar moralmente a los dos bandos contendientes, porque en un lado están el terror, la tiranía fanática islamista y el culto a la muerte, mientras que en el otro están la libertad, la prosperidad y la defensa de la vida. La barbarie y la civilización no pueden ponerse en el mismo plano.

Cuanto más tiempo sigan haciéndolo los líderes internacionales, más probable es que persista el terrorismo… y eso no supone una amenaza no sólo para la comunidad judía, sino para todo Occidente.

Entre los firmantes de la carta se encuentran Alejandro Toledo, expresidente de Perú, Luis Alberto Lacalle de Herrera, expresidente de Uruguay, y el escritor cubano exiliado Carlos Alberto Montaner.

Acabar con décadas de ideología firmemente arraigada no es tarea fácil. “La ideología”, afirma Bardají, es el motivo por el que los países latinoamericanos han rechazado el “abanico de opciones” que podrían desarrollar su continente y reforzar a Israel. Aun así, si los esfuerzos de la Friends of Israel Initiative y de otros pueden alejar a Latinoamérica de las críticas irreflexivas contra Israel y acercarla a una apertura a la cooperación política y económica, los beneficios serán mutuos y numerosos.

National Review