Raymond Tanter, miembro del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU con Reagan y Bush, pone de relieve los defectos que, a su juicio, tiene la aplicación de los términos del acuerdo nuclear con el régimen de Teherán.
La Administración Obama ha fracasado en hacer a Teherán responsable de sus violaciones [del acuerdo]. (…) el apaciguamiento hacia Irán está también ligado al patrocinio estatal del terrorismo [por parte de Teherán]. En la venta del acuerdo nuclear, la Administración expresó su esperanza –y una expectativa implícita– en que Teherán moderara su implicación en el terrorismo, en lo que tiene un largo historial (…) entrevistas [posteriores] con el presidente Obama dejaron clara su fe en que el terrorismo iraní puede ser moderado, algo que no ha sido confirmado por los hechos.
El analista turco Murat Yetkin explica las consecuencias que a su juicio puede tener la masacre en la campaña electoral norteamericana, y asimismo reflexiona sobre el origen de las acciones terroristas del grupo liderado por el sedicente califa Abubaker al Bagdadi.
El ataque de Orlando entristece e indigna por la pérdida de tantas vidas, como tantas otras se han perdido en tantos ataques terroristas recientes en Turquía, Francia y Bélgica, por no mencionar los miles de atentados en Siria, Irak y Afganistán, la patria [ancestral] de Matín (autor de la masacre de Florida). El suceso pone a Obama y Clinton en una difícil posición, dado que ahora se sabe que el FBI había investigado a Matín con anterioridad. Esto le ha dado un triunfo a Trump, que ha prometido medidas de seguridad más duras y hecho más comentarios discriminatorios acerca de los musulmanes (…).
Si se miran las raíces del Estado Islámico un poco más de cerca, es posible detectar la invasión de Irak en 2004 como el punto de inflexión, así como una interpretación abusiva y radical del islam, que preocupa a la mayoría de los musulmanes practicantes.
Las relaciones entre Turquía y Armenia, enemigos ancestrales, parecen estar cambiando de signo. El choque diplomático de Ankara y Moscú tras el derribo de un caza ruso por parte del Ejército turco es uno de los factores que explican este deshielo. Sin embargo, la periodista de Hürriyet Barçin Yinanç no cree que eso sea suficiente para llegar a una normalización.
¿Puede este cambio en las relaciones entre Turquía y Rusia proporcionar un incentivo a Ankara para dar un paso [hacia la normalización con Ereván]? De hecho, las relaciones económicas parecen haberse beneficiado de esta situación, dado que el comercio turco-armenio se ha triplicado en los últimos tres meses, de acuerdo con fuentes armenias. (…). Atlas, la aerolínea privada turca, ha aumentado sus vuelos a Ereván, y parece haber conversaciones para facilitar la venta de billetes vía Turkish Airlines, a fin de atraer más pasajeros desde y hacia Armenia.
¿Podrían esas conversaciones informales producir resultados tangibles? Es altamente improbable. En primer lugar, la actual tensión con Rusia podría desanimar a Turquía a hacer una aproximación real hacia Armenia, pues sería contraproducente. Rusia se convertiría en el principal obstáculo ante cualquier normalización. En segundo lugar, Turquía evitaría dar ese paso sin la aprobación de Bakú, y esa bendición no parece estar en el horizonte si no hay avances en el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán.