El resto del mundo se tapa los ojos y finge que todo es de color de rosa en los dominios de Mahmud Abás.
Denuncian la práctica generalizada de la tortura en la Autoridad Palestina.
Las mujeres iraníes en general, y las kurdas en particular, indefensas ante los abusos y violencia del régimen.
Son objeto cotidiano de «torturas y persecución tanto por parte del Gobierno como de sus propios amigos, familiares y comunidades».
Más que un Estado, los palestinos necesitan un buen liderazgo.
¿Qué más necesita la comunidad internacional para dejar de empoderar a un régimen tan abusivo como el de Mahmud Abás?
La nueva Administración norteamericana ha adoptado una política de «enemistarse con los aliados y apaciguar a los enemigos».
Son ya muchas décadas las que llevan los niños palestinos siendo víctimas de la incitación al odio.
Las autoridades rumanas siguen sin desentrañar los misterios que envuelven la muerte de este influyente mulá caído en desgracia.
Los grandes beneficiarios serían los palestinos hartos de sus líderes liberticidas.