Honestamente, no se me parte el corazón.
Vuelve a demostrarse que a la comunidad internacional los palestinos sólo le interesan como combustible para la israelofobia.
Los líderes palestinos vuelven a mostrar su hipocresía.
Si alguien está castigando colectivamente a los palestinos, es el ‘rais’ Mahmud Abás.
Ya es hora de que los líderes palestinos decidan si quieren ser terroristas u hombres de Estado.
La decisión de postergar el traslado de la embajada a Jerusalén será interpretada como una muestra de debilidad.
En Al Fatah se está librando una feroz lucha de poder.
Hamás y la Autoridad Palestina se niegan a desterrar la israelofobia y el antisemitismo de los libros de texto escolares.
Nadie quiere hablar de lo que sucede en lugares como Yarmuk, Siria.
En la enferma sociedad palestina un terrorista como Samir Kuntar es considerado un héroe y un modelo a seguir.