Lo erróneo, lo falso, tratado imprudentemente, puede transformarse en hechos reales para el lector.
Ya saben, el fin justifica los medios. Y ciertos medios justifican los fines de los líderes palestinos…
El autor no tiene más pretensión que demonizar a Israel.
No corren buenos tiempos para la libertad de prensa, amenazada por la autocracia del presidente Erdogan.
Hace quince días que comenzó sus emisiones Al Yazira America, propiedad de los emires de Qatar.
Ordenan a los televisiones locales dejar de emitir sus boletines informativos, que tenían una audiencia semanal de 6 millones de telespectadores.
Las organizaciones terroristas israelófobas pueden perfectamente esgrimirlo como coartada.
Hamás, que dice amar tanto a Jerusalén, se dedica a lanzarle cohetes desde Gaza. Abás, que dice querer tanto a su pueblo, lo manda a morir intentando matar.
«Ningún europeo, ningún occidental podrá ir por la calle seguro y en paz».