El muftí de Jerusalén fue una máquina de generar odio a los judíos.
Abdalá II pronuncia un duro discurso contra el yihadismo en el parlamento europeo.
Ningún Estado –ni siquiera Irán– ha contribuido tanto a la distorsión del Holocausto como la URSS y Rusia.
¿Se puede criticar al exdirigente sandinista sin que ello sea leído como un apoyo a Daniel Ortega?
El racista antisemita Hüseyin Nihal Atsiz, uno de los más prominentes simpatizantes turcos del nazismo, sigue teniendo multitud de fans.
Los nazis fracasaron en su objetivo de borrar de la faz de la tierra al pueblo judío. No hay mayor prueba de ello que el éxito rotundo que es Israel.
Espero que reflexionéis sobre lo que estáis apoyando y en qué invertís vuestro valioso tiempo.
Se cierne un nuevo Síndrome de Múnich sobre Occidente.
EEUU y el resto de los países occidentales deberían tomarse muy en serio esta campaña de odio.
El derecho de Israel a existir con Jerusalén como capital se funda en su potencia y en la grandeza de un Estado que no se pliega al suicidio de las bellas almas.