Para salir de su angustiosa situación, los cristianos del Líbano deberían empezar por resolver sus problemas internos, empezando por su patriarca.
El Líbano no tiene remedio, hay que asumirlo.
Los manifestantes ya no se contentan con desplazar a autócratas decrépitos, sino que han puesto en la mira al ‘Estado profundo’.
«Para la izquierda israelí y de la judería americana, un pecado capital me mantiene alejado de sus filas».
Por qué los cristianos están abandonando en masa Oriente Medio.
Una iniciativa del suní Saad Hariri pretende que se declare oficialmente al país Estado árabe.
Hasta que los libaneses no definan mejor qué Estado quieren, seguirán siendo un país disfuncional.
No hay comparación entre la situación de los cristianos en Israel y en el resto de Oriente Medio, cada vez más convulsionados por el radicalismo islámico.
Para los salafistas, la bestia negra que hay que extirpar es el cristianismo y el Sumo Pontífice es su principal cabeza.
En el Líbano se agota el tiempo para alcanzar un compromiso que evite un vacío de poder.