El relato palestino está irremisiblemente lastrado por el antisemitismo y el irredentismo.
Ante la perspectiva de un empeoramiento brusco y profundo de las relaciones entre ambos países, los argumentos para temerse lo peor son poderosos.
La célebre compañía ‘woke’ ha anunciado que dejará de vender helados en “los territorios palestinos ocupados”.
Campaña para que la actriz israelí no interprete a Cleopatra por no ser negra ni árabe.
EEUU no es Oriente Medio no pretende serlo.
No es casual que en Oriente Medio el odio a Israel vaya de la mano de la homofobia.
Menudo papelón hacen quienes, desde la ‘interseccionalidad’, demonizan al Estado judío.
«Para la izquierda israelí y de la judería americana, un pecado capital me mantiene alejado de sus filas».