El caudillo octogenario no tiene la menor intención de someterse al veredicto de las urnas.
Organizaciones como Hamás o el FPLP utilizan los comicios como un caballo de Troya contra la paz.
La comunidad internacional sigue legitimando el terrorismo palestino.
El bloque pro Netanyahu, a dos escaños de la mayoría.
Netanyahu, muy lejos de la mayoría necesaria para gobernar.
Netanyahu sigue siendo el rey y sus políticas, las preferidas… incluso por sus principales rivales.
La Administración Trump debe tener cuidado para no despejar al camino a los terroristas islamistas.
Ningún partido o bloque consigue la mayoría para gobernar.
Da igual lo que digan o hagan Netanyahu o Gantz: son los palestinos los que no quieren la paz.
Incardinó sus decisiones en el contexto de la historia judía, no de los ciclos electorales, algo que los políticos israelíes actuales no deberían olvidar.