Amnistía sigue adelante con su campaña por la liberación de Nasrín Sotudeh.
El régimen de Erdogan no dice la verdad al mundo occidental sobre las clamorosas violaciones de derechos que se perpetran en su país.
La iniciativa, promovida por EEUU, no fue apoyada por regímenes como el chino y el ruso.
Escandalosa tergiversación de la realidad por parte del tan controvertido organismo internacional.
Urge acabar con la cultura de la impunidad.
«El silencio de la izquierda permite a la extrema derecha campar a sus anchas y utilizar el drama de las mujeres iraníes para criticar la mera presencia de musulmanes en Occidente».
Jugándose la vida, las iraníes están desenmascarando a quienes tratan de promover los burkas y los hiyabs como supuestos ‘símbolos de liberación’.
Las turcas parecen pasajeras involuntarias de la máquina del tiempo de H. G. Wells y haber retrocedido a los tiempos de sus abuelas otomanas.
Las combatientes de las YPJ están desempeñando un papel fundamental.
Con feministas como ésta, ¿quién necesita enemigos?