La formalización de relaciones entre Israel y Emiratos debería servirles para asumir de una vez por todas la realidad.
Por supuesto que puede. Una razón más para que Israel imponga su victoria a los palestinos.
La joven congresista demócrata odia a Israel con un odio cebado con judeofobia.
La deslegitimación de Israel, ese doble rasero aplicado al Estado judío, es la expresión moderna del antisemitismo clásico.
Netanyahu: «Vuestra lucha contra el islam militante es nuestra lucha».
Poderoso alegato del intelectual israelí de origen norteamericano Yossi Klein Halevi.
A quienes dicen estar preservando la democracia israelí pero no hacen más que boicotearla habría que dedicarles una mirada de desprecio.
La tarea consiste en que toda la indignación disponible en el planeta se focalice en Israel, en el fraudulento ‘apartheid’ israelí.
Hablan de antisionismo, pero es una mera coartada del fanatismo antijudío.
El Estado judío debe dejar de tomar decisiones por el qué dirán.