«La mayor amenaza que ha conocido el país desde la Guerra del Yom Kipur –quizá desde la Guerra de Independencia– está tomando cuerpo».
Algo no está saliendo del todo bien en el campeonato mundial femenino de ajedrez que se está celebrando estos días en Irán.
El gran muftí emite una fetua contra el milenario juego.
Cuando era perseguido por la URSS antisemita y antisionista, este héroe de la libertad jamás se sintió solo.
Estás librando una guerra contra un enemigo muy peligroso pero invisible.
El muro del régimen islamista podrían derribarlo estas mujeres del común que exigen poder vestirse como quieran.
Hay que dar aún más pasos en el combate contra la israelofobia.
Los Yahalín están siendo peones de la enésima operación antiisraelí de Bruselas y Ramala.
Lo que le pasó a mi generación iraní debería ser visto en Occidente como una advertencia.
Jugándose la vida, las iraníes están desenmascarando a quienes tratan de promover los burkas y los hiyabs como supuestos ‘símbolos de liberación’.