La ‘aliá’ de 2022 ha sido la más numerosa de los últimos 23 años.
Como Israel, Ucrania combate a un enemigo que quiere aniquilarle con un ejército verdaderamente popular.
“Ningún pueblo ha sido y ha permanecido libre sin estar determinado a serlo”, observó el teórico liberal John Stuart Mill.
La paz no se alcanza ingresando en el juego de victimización propuesto por aquellos que aman la guerra y la destrucción.
«Sabemos lo que significa defender la tierra y el Estado propios con las armas en la mano, al precio de nuestras propias vidas”.
El problema de Occidente, y sobre todo de Europa, está, quizá, en la hipocresía.
Los aliados árabes de Estados Unidos desconfían de que éste pueda protegerlos ante un Irán nuclear.
Las tensiones entre Rusia, Ucrania y Occidente entrañan más consecuencias para el Estado judío de lo que parece a simple vista.
Jerusalén ha recibido peticiones para que contribuya a garantizar la «seguridad» de la comunidad local.
Quienes están ansiosos por que Biden empiece a aumentar la presión sobre Netanyahu tienen poca memoria.