Muy a menudo los judíos rusos han sido el proverbial canario en la mina de la represión estatal en Rusia.
Ningún Estado –ni siquiera Irán– ha contribuido tanto a la distorsión del Holocausto como la URSS y Rusia.
El objetivo fundamental de AI no es el mundo árabe sino Occidente.
La patraña del «apartheid israelí» fue pergeñada en Moscú durante la Guerra Fría y aventada incesantemente por una campaña soviética de propaganda.
Roma «vendió a sus judíos» a la OLP, según denunció el expresidente italiano Francesco Cossiga.
EEUU jamás ha librado una guerra en la que «tan pocos efectivos hayan hecho tantas cosas buenas» (Tim Kane).
Si no fueran abstemios, los talibanes le habrían dado al champán tras el anuncio del presidente Biden.
Es el gran proyecto imperial de los ayatolás iraníes.
Los israelíes deberían prestar atención a los acontecimientos que se están registrando en el país magrebí.
Cuando era perseguido por la URSS antisemita y antisionista, este héroe de la libertad jamás se sintió solo.