La capital de Israel es objeto de un llamativo doble rasero, perjudicial para el Estado judío.
Vuelve a quedar de manifiesto que la prensa internacional tiene una manera cuando menos peculiar de informar sobre Oriente Medio.
Se eliminarán las sanciones internacionales y Teherán tendrá que permitir las inspecciones de sus instalaciones nucleares.
La nueva viceministra israelí de Exteriores sostiene que los diplomáticos de su país no deben quitar importancia a sus reivindicaciones territoriales.
El Estado Islámico controla buena parte de los recursos hídricos de Irak y Siria.