El templo más importante del cristianismo no echaba el cierre desde la Peste Negra de 1349.
Las iglesias cristianas, en pie de guerra contra el Ayuntamiento de Jerusalén.
Si alguien está violando la santidad de la Mezquita de Al Aqsa son los propios palestinos.
La paz es imposible mientras os dirigentes palestinos sigan excitando el antisemitismo y la israelofobia.
Quienes se preocupan por la libertad religiosa y la preservación de los santos lugares deberían extraer las lecciones pertinentes de lo que está sucediendo en Turquía.
El ‘rais’ tiene sangre en las manos: la de Ari Fuld y la de tantos otros.
Qué curioso: los musulmanes sólo parecen de acordarse de Jerusalén cuando está bajo control no musulmán.
No habría mejor manera de celebrar el 55º aniversario de la reunificación de la ciudad.
El presidente estadounidense hizo varios gestos importantes en su visita a Jerusalén
El ‘rais’ tiene las manos manchadas de la sangre que ha hecho correr su israelofobia.