En plena guerra de Ucrania, Erdogan sigue cebando el antioccidentalismo.
China y Rusia van a sacar tajada.
Erdogan sigue adelante con su desconexión con EEUU y la Alianza Atlántica.
El drama afgano del presidente Biden generará alianzas antioccidentales basadas en cálculos antioccidentales.
Ni EEUU ni la UE deberían creerse la postura prooccidental del presidente de Turquía.
Erdogan cebar el nacionalismo y el extremismo religioso para apartar el foco de su mala gestión económica.
Los miembros de la OTAN tienen que reflexionar seriamente sobre cómo tratar con su nuevo ‘amienemigo’.
«El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, puede que se haga el tonto, pero no lo es».
Calma extremadamente frágil entre Washington y Ankara.
Sabe que una crisis económica puede convertirse rápidamente en una crisis política que podría costarle el poder, y actúa siempre en consecuencia.