La congresista demócrata posa con una camiseta que borra a Israel del mapa.
El antisemitismo y la israelofobia causan estragos en el partido de Rashida Tlaib e Ilhan Omar.
Estamos no sólo ante una cobertura sesgada sino ante una desgracia moral.
El relato palestino está irremisiblemente lastrado por el antisemitismo y el irredentismo.
Su objetivo es obvio para los observadores razonables: impedir el terrorismo transfronterizo.
Gente como Abdolahian y Ocasio-Cortez no hacen sino dar vida al sueño genocida de aniquilar a Israel.
La vida de los palestinos no se mejora con violencia, corrupción y terrorismo.
Llamemos intolerante al intolerante y antisemita al antisemita.
La organización islamista hizo honor a su nombre lanzando fervorosamente miles de cohetes contra Israel en el curso de este último conflicto.
La formalización de relaciones entre Israel y Emiratos debería servirles para asumir de una vez por todas la realidad.