También en el Magreb, Putin pretende rellenar los huecos que está dejando Obama.
En Marruecos las prácticas homosexuales están proscritas y pueden acarrear penas de cárcel.
Antes de que se firmaran los Acuerdos de Abraham, hablar del Holocausto era efectivamente tabú en el mundo árabe.
El tremendo éxito de la diplomacia regional de Netanyahu representa un reto estratégico para Jordania y es fuente de angustia existencial para el régimen hachemita.
Lo último que quiere Teherán es que fructifique la normalización entre el Estado judío y el mundo árabe.
Actores regionales como Irán y la Autoridad Palestina están más que interesados en dinamitar el acercamiento del mundo árabe a Israel.
El acuerdo Israel-Emiratos ya ha obtenido un logro de primera categoría.
El rey de Marruecos es descendiente directo de Mahoma.
Habrá que ver si el tiempo está jugando a su favor… o todo lo contrario.
Estupor por las palabras de Bergoglio en la catedral de Rabat.