Pese a todo, un millar de activistas se concentró en las inmediaciones de la plaza Taksim.
Las autoridades volvieron a prohibir el desfile.
La asistencia se ha multiplicado por cinco este año.
La capital de Israel celebró ayer una nueva edición de su Gay Parade, en la que tomaron parte unas 2.500 personas.
Shams («sol») hace historia en el mundo árabe.
«Para la izquierda israelí y de la judería americana, un pecado capital me mantiene alejado de sus filas».
Un espectro agita las pesadillas de los europeos. Su nombre es Shylock.
En la sociedad palestina es mejor ser terrorista que homosexual.
Libros como éste de Gerardo Stuczynski son valiosos para dar cuenta de la feliz odisea de Israel en su 70º aniversario.
El Estado judío es un hecho consumado y aceptado, por tanto, tiene que dejar de justificar su existencia.