Necesitamos más líderes como ellos, “blandos con las espigas y duros con las espuelas”, comprometidos con el sueño colectivo de libertad de sus naciones.
Lejos de ser su semejante, Barguti es la némesis del líder sudafricano.
La idea de que Barguti sea capaz de desempeñar el papel que ejerció el sudafricano es, sencillamente, disparatada.
La República Islámica comunica al ayatolá disidente, encarcelado desde hace ocho años en Evin.
La paz no es posible mientras el nacionalismo palestino siga descansando en el antisionismo y la judeofobia.
No caigamos en el perverso juego del cada vez más autoritario Recep Tayyip Erdogan.
Un mundo sin el máximo patrocinador estatal del terrorismo es hoy una perspectiva concebible.
Los Gobiernos occidentales y los grandes medios no ponen reparos a la manipulación antiisraelí.
Hay mucho que hacer en la contención de Irán y la lucha contra el terrorismo yihadista.
Mientras criminales así sean tratados como héroes, la paz y la convivencia en Oriente Medio serán imposibles.