El tristemente célebre barrio bruselense, modelo de lo que no se debe hacer.
El antisionismo es el rostro moderno de la milenaria judeofobia.
Desentenderse del desafío islamista no es la solución.
Organizaciones como el Estado Islámico seguirán golpeándonos si seguimos mirando para otro lado.
Occidente tiene que acabar con las redes terroristas que hacen posibles atentados como los de Bruselas.
Al terrorismo ya estamos acostumbrados. Al yihadismo, claramente no.