El resto del mundo árabe debería seguir los pasos de los emiratíes.
Hasta que los libaneses no definan mejor qué Estado quieren, seguirán siendo un país disfuncional.
Occidente ha dado la espalda a sus aliados, para regocijo de Irán y sus secuaces.
En el Líbano se agota el tiempo para alcanzar un compromiso que evite un vacío de poder.
Ningún parlamentario quiere a Nadine Musa en la Jefatura del Estado.
Los candidatos a la presidencia del Líbano no parecen muy prometedores. ¿Son lo que se merecen los libaneses?
Los cristianos serán decisivos en las elecciones libanesas… si pueden unirse en torno a un presidente y a una ley electoral.
Nasrala está engañando a sus compatriotas al decirles que se centren en Israel, mientras él lo ignora y lucha en Siria. No le va a funcionar.
El País del Cedro sigue atrapado en las redes del Eje de la Resistencia.
Ya no es lo que pudiera haber sido. Es un simulacro de Estado, el patio trasero de Siria, la costa mediterránea de Irán, una guerra civil latente y otra candente.