«No hay una pistola, sino una sierra humeante».
Los huzis proiraníes han atacado un buque norteamericano frente a las costas del Yemen.
El Congreso norteamericano debería ignorarlo olímpicamente.
Bruselas recurrirá la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Así bromea Asad, iniciador de una guerra civil que ha costado la vida a más de 100.000 personas, y generado 2 millones de refugiados y 5 millones de desplazados.
Los condenados estaban acusados de conspirar para derrocar al islamista Recep Tayyip Erdogan.
Al menos ocho jóvenes ceutíes podrían haberse integrado en el Frente Al Nusra, vinculado a Al Qaeda.