El ministro de Exteriores europeo exhibe un doble rasero intolerable.
“Lo que hemos visto en Afganistán representa un punto de inflexión en el declive de Occidente” (Ayaan Hirsi Ali).
No se debe recompensar a Hezbolá, los gobernantes iraníes, Putin y todos aquellos que tienen la costumbre de asesinar a los disidentes.
Al menos por unos meses, tendrá que tragarse sus bravatas.