Si no se pone más empeño en derrotar al Talibán, la situación será tremenda.
El Departamento de Defensa y la Casa Blanca tienen que revisar urgentemente su estrategia en Afganistán.
Mantener una fuerza de 5.000 efectivos es mejor que nada, pero no es suficiente.
Numerosos sirios rechazan que su país se enfeude a Moscú.
El presidente puede haber accedido a ralentizar la marcha de las tropas estadounidenses, pero no abandona su objetivo de una completa retirada.