No se debería permitir a Erdogan poseer ese tipo de armamento.
Entre los paralelismos más inquietantes entre Erdogan y Jomeini está la nueva afición turca a la toma de rehenes.
Si Ankara no estuviese en la Alianza, no sería admitida como miembro. Así de sencillo.
La Alianza tiene que plantarse de una vez ante la hostil dictadura de Erdogan.
Berlín ha decidido retirar de Incirlik sus aviones y militares.
¿Qué pasará con Asad? ¿Quién asumirá el control de los territorios que pierda el ISIS?
Ha llegado la hora de ver al mandatario turco como lo que es: un egomaníaco dictatorial, islamista y antioccidental.
Washington debería mandar un mensaje contundente a Erdogan.
Piden a Washington que revise profundamente sus relaciones con Ankara.
La represión desatada por Erdogan ha generado un ambiente general de paranoia.