Abdel Hamid Karzai (Karz, 1957) fue presidente de Afganistán desde diciembre de 2001, tras la caída del régimen de los talibanes, hasta septiembre de 2014. Revalidó su mandato en las elecciones de 2004 y 2009. Durante la invasión soviética de Afganistán formó parte de los grupos muyahidines que combatieron al Gobierno comunista impuesto por Moscú. […]
Obama debería despejar las dudas del pueblo afgano anunciando ya el tamaño del contingente que pretende dejar en el país.
El presidente afgano podría estar retrasando la firma del acuerdo de seguridad con Estados Unidos por una buena razón.
El drama afgano del presidente Biden generará alianzas antioccidentales basadas en cálculos antioccidentales.
Ni EEUU ni la UE deberían creerse la postura prooccidental del presidente de Turquía.
Como sucedió en Irak y luego en Siria, el ISIS/EA y Al Qaeda están enfrentados en Afganistán.
EEUU jamás ha librado una guerra en la que «tan pocos efectivos hayan hecho tantas cosas buenas» (Tim Kane).
Teherán estaría reclutando a refugiados afganos para enviarlos a luchar junto a los talibanes.
El acuerdo afgano para el reparto del poder está lejos de solucionar los problemas del país; es una verdadera fórmula para el desastre.
La intención de mantener al ejército estadounidense en Afganistán era una promesa electoral del ahora presidente, Ashraf Ghani.