El emirato es un país del que las democracias deberían recelar.
«Francia ve en Israel a un poderoso socio marítimo».
En 2016 fueron 5.000 los que se marcharon a Israel.
La situación en el Hexágono es explosiva.
Como si no tuviera bastantes problemas internos, París sigue injiriéndose en el conflicto israelo-palestino.
Tensión en las relaciones Moscú-París por la guerra siria.
Algunos islamistas han ido a Siria a unirse al Estado Islámico; otros se han infiltrado en todas las capas de la sociedad, empezando por la policía y las fuerzas armadas.
El primer ministro Valls llama a luchar contra los criminales dondequiera que se encuentren.
El dictador sirio asegura que París no quiere la paz.
Israel lleva décadas padeciendo esta lacra: en vez de fustigarlo, deberíamos ayudarle… y ayudarnos.