El presidente norteamericano parece empeñado en volver a las andadas obamitas.
Siempre que Israel lanza una gran operación antiterrorista, el sentimiento antiisraelí se dispara, junto a los ataques antisemitas.
En la arena internacional, Ankara se está comportando como un pollo sin cabeza.
Campaña para que la actriz israelí no interprete a Cleopatra por no ser negra ni árabe.
El régimen de Erdogan se ha convertido en un desestabilizador regional formidable.
Afortunadamente, Israel, con el apoyo de la gente decente, tanto judía como no judía, sigue ganando fuerza.
Las autoridades turcas han amenazado repetidas veces con inundar Europa de refugiados.
«Israel es un pretexto para el islam político, cuyo objetivo es destruir la mera base de nuestra civilización».
Hay que parar de una vez a Erdogan.
Su actitud perjudica gravemente los esfuerzos de los musulmanes reformistas empeñados en acabar con el islam radical.