A todos los efectos, el País del Cedro es ahora una posesión imperial de Teherán.
Parece una buena idea, pero no lo es.
Los miembros de la OTAN tienen que reflexionar seriamente sobre cómo tratar con su nuevo ‘amienemigo’.
El antiamericanismo es más fuerte en Turquía que en Venezuela, el Líbano, Túnez, Indonesia e incluso Rusia.
Todo parece indicar que se trata de un desarrollo revolucionario que hay que tomar muy, muy en serio.
Ankara y Washington, cada vez más distanciadas.
La Administración Obama ha compartido objetivos con los Hermanos Musulmanes.
EEUU no se va a retirar de Oriente Medio. Ni mucho menos.
Estábamos jugando a las damas contra la gente que inventó el ajedrez, y su ayatolá dio jaque mate a nuestro presidente.
Aun las acciones más modestas por parte de Occidente pueden ayudar a estabilizar el país en estos momentos.