La versión palestina de la solución de los dos Estados no deja espacio para el Estado judío.
Obcecarse en lo inviable es un error que se está pagando caro.
Israel no necesita que le sermoneen organizaciones abiertamente israelófobas.
Afortunadamente, Israel, con el apoyo de la gente decente, tanto judía como no judía, sigue ganando fuerza.
Por primera vez, alguien parece estar poniéndose serio con los palestinos.
Buena parte de las ideas que tanto fascinan a los periodistas occidentales son tóxicas hasta para las bases de ‘Avodá’.
«La crisis pasará, pero el problema que Qatar supone para sus hermanos árabes seguirá existiendo».
La creación de una sociedad profesional, formada y emprendedora es un camino indudablemente efectivo y justo para la paz.
La decisión judicial se produce tras una demanda del partido comunista Tagamu.
Según Mearsheimer y Walt, el país más poderoso del planeta se pliega a las exigencias israelíes sin rechistar. Todo un despropósito.