El odio al Estado de los judíos campa por sus respetos en el espacio público.
A la organización terrorista le preocupa que las fotos y vídeos que suben a las redes los propios palestinos revelen al mundo una realidad diferente de Gaza.
La responsabilidad de la Autoridad Palestina, y de los países que la financian, es tremenda.
Hamás se siente acorralada y por eso anda buscando un nuevo conflicto con Israel.
No, no es sólo la economía, estúpidos.
Gritos de «¡Muerte al dictador!» en la segunda ciudad del país, Mashad.
La campaña en su contra deja a las claras que el verdadero objetivo palestino es la erradicación de Israel.
Es hora de dar un golpe en la mesa contra el abominable antisemitismo de la organización.
Ankara y Washington, cada vez más distanciadas.
«Reconforta tener un presidente que habla en la ONU con un lenguaje diferente al de los últimos ocho años».