Su virulento discurso lo descalifica para liderar de nuevo el país.
«Bibi, tómate algo, relájate. Esto no ha hecho más que empezar».
El ‘Shin Bet’ ha decidido volver a ponerle protección.
Son muchos los que creen que su país no tiene ningún socio para la paz en el lado palestino.
Los palestinos prefieren la «lucha armada» y el terrorismo a las negociaciones de paz con Israel.
Su capacidad de liderazgo no tiene parangón con la de ningún rival o aliado político.
Ló único positivo de su mandato fue la destrucción de una instalación nuclear siria.
El Estado judío debe dejar de tomar decisiones por el qué dirán.
La matanza terrorista del 9 de agosto de 2001 marcó indeleblemente a la sociedad israelí.
Aunque algunos quizá no estén dispuestos a admitirlo, nadie es indispensable, ni siquiera Netanyahu.