Nueva muestra del distanciamiento entre Washington y Ramala.
Lo mejor que puede hacer Foggy Bottom con su Oficina de DDHH es cerrarla.
Recomiendan al nuevo presidente norteamericano que no haga demasiado caso a su servicio exterior.
Medio centenar de diplomáticos piden acciones militares expeditivas contra Bashar al Asad.
A todos los efectos, el País del Cedro es ahora una posesión imperial de Teherán.
Lamentablemente, como demuestra la última encuesta, la mayoría de los palestinos comparten la ideología de Hamás.
«En el nombre de Dios, en el nombre de la religión, queremos liberar Palestina”.
El golpe de Hamás en Gaza (2007) selló su destino.
Las memorias de Nikki Haley dejan claro que, efectivamente, hay una quinta columna tratando de sabotear al presidente de EEUU.
Parece una buena idea, pero no lo es.