Hemos de hablar de nuevo de nuestra historia; a nuestro pueblo y al mundo entero.
El revisionismo israelí sigue su campaña de distorsiones.
No es fácil ser primer ministro en el Estado de los judíos: en esto, seguro ambos que estarían de acuerdo.
Ben Gurión fundó el país y Bibi lo transformó. Son dos líderes históricos, sin los cuales es imposible entender Israel.
La simpática escultura de Ben Gurión en Tel Aviv puede tener un trasfondo más oscuro.
Sale a la luz una entrevista del año 68.
El máximo referente de los ‘nuevos historiadores’ israelíes dice que no ha cambiado. Pero sí.
Es un político hábil, poco simpático, formado en e influido por los EEUU, al que no le tiembla el pulso ante nadie.
Junto con el liberal Yair Lapid, es la estrella emergente de la política israeli.
El artífice de los Acuerdos de Oslo merece ser recordado con ecuanimidad.