Un tribunal que aplica un doble rasero socava el imperio de la ley.
No es el momento de politizar aún más una gran institución del Estado judío.
Un árabe y una ortodoxa observante, entre los nuevos miembros del Alto Tribunal.
A quienes dicen estar preservando la democracia israelí pero no hacen más que boicotearla habría que dedicarles una mirada de desprecio.
Juntos, Netanyahu y Herzog representan lo mejor de Israel, así como las complicaciones que pueden surgir en cualquier democracia.
Israel no necesita la ‘ayuda’ del FBI ni del Departamento de ‘Justicia’ estadounidense, ni de la Casa Blanca.
El Estado judío debe dejar de tomar decisiones por el qué dirán.
La vida de los palestinos no se mejora con violencia, corrupción y terrorismo.
Llamemos intolerante al intolerante y antisemita al antisemita.
La conocida ONG israelófoba da munición a quienes pretenden aniquilar al único Estado judío del planeta.