Para los musulmanes, su texto sagrado es de origen divino y el Profeta no lo escribió, sino que le fue revelado.
Un asesor de Jamenei afirma que Teherán seguirá buscando la destrucción del Estado judío incluso aunque renuncie a su programa nuclear.
«¿Qué hacen [los musulmanes] en el Monte del Templo?», re pregunta el rabino jefe de las IDF.
Estará en Dubái y tendrá, entre otra cosas, jardines islámicos, un oasis, un lago artificial y una muestra de todas y cada una de las 54 plantas mencionadas en el Libro.
Se llama Mohamed Atrash y tiene 18 años. Es árabe, es musulmán. Es soldado de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF).
Siguen empeñados en exonerar de responsabilidades a los palestinos.
Los grandes perdedores han sido las desgraciadas masas que salieron a las calles con demandas completamente justificadas.
Lo último que quiere Teherán es que fructifique la normalización entre el Estado judío y el mundo árabe.
La mezquita de Al Aqsa, foco de difusión de odio criminógeno.
Los jóvenes turcos se niegan a ser la generación ‘piadosa’ de Erdogan.