El expresidente de EEUU sabe que el principal obstáculo para la paz es el ‘oposicionismo’ palestino.
Barack no es Bill, como deja meridianamente claro su hostilidad al Estado judío.
Se sigue derramando sangre judía como consecuencia de los errores cometidos por los arquitectos de Oslo.
Israel siempre conservará su carácter democrático. Como dijo Herzog: está en su ADN. Pero los resultados de los procesos democráticos en Israel variarán con el tiempo.
Son muchos los que creen que su país no tiene ningún socio para la paz en el lado palestino.
Los palestinos prefieren la «lucha armada» y el terrorismo a las negociaciones de paz con Israel.
Su capacidad de liderazgo no tiene parangón con la de ningún rival o aliado político.
Los Gobiernos y las políticas cambian. El apoyo a la única democracia de Oriente Medio debe ser una constante.
Israel tiene demasiadas elecciones. Los palestinos tienen muy pocas.
El gran problema que los izquierdistas israelíes y sus simpatizantes americanos tienen con la democracia israelí es que su bando no gana las elecciones.