“Amo a este país por encima de todo y seguiré siendo su soldado fiel”.
Los Acuerdos de Abraham siguen su promisorio curso.
Aunque algunos quizá no estén dispuestos a admitirlo, nadie es indispensable, ni siquiera Netanyahu.
Entró en política para cambiar las cosas, y ahora es el nuevo líder del país.
«Nuestra nueva política debe ser que el Líbano es Hezbolá y Hezbolá es el Líbano».
«No es un socio para la paz. Su papel en Oriente Medio ha llegado a su fin».
Junto con el liberal Yair Lapid, es la estrella emergente de la política israeli.
Quienes están ansiosos por que Biden empiece a aumentar la presión sobre Netanyahu tienen poca memoria.
Este Gobierno se enfrenta a una avalancha de críticas antes incluso de haber empezado a trabajar.
Su capacidad de liderazgo no tiene parangón con la de ningún rival o aliado político.