Entre tiranos anda el juego.
El dictador sirio está volviendo a poner a prueba a la comunidad internacional.
Sólo en un centro penitenciario se habría ahorcado a más de 13.000 presos.
El dictador ‘laico’ sirio está en manos de grupos yihadistas chiíes dirigidos por la República Islámica de Irán… y de Rusia.
Washington ha terminado por ser una suerte de protector de uno de sus grandes enemigos.
La ONU denuncia el «exterminio» de opositores perpetrado por el régimen de Damasco.
Visita sorpresa del dictador sirio a su gran aliado, Vladímir Putin. Es la primera vez que sale al extranjero desde el inicio de la guerra.
El presidente estaría planeando un cambio de estrategia en Siria
Bashar al Asad (Damasco, 1965) es presidente de Siria desde 2000. Heredó la Jefatura del Estado de su padre, Hafez al Asad, fallecido ese mismo año. Oftalmólogo de formación, estuvo ejerciendo como tal en el Reino Unido hasta 1997, año en que regresó a Siria para incorporarse al Ejército.
Dejar en manos de Asad la lucha contra el terrorismo es una tremebunda insensatez.