El régimen egipcio utiliza el miedo como elemento de disuasión y el islam como herramienta de control.
Mohamed Morsi es el enemigo público número uno de los egipcios que, como Basel Ramsis, quieren un país libre del yugo islamista.
“Hemos pasado de ser dominados por un régimen corrupto a tener que luchar contra el fascismo de los Hermanos Musulmanes”.