La República Islámica es rival, no enemiga, de la red terrorista creada por Ben Laden.
Trump se juega en Afganistán mucho más de lo que podría pensarse.
En el conflicto multidimensional que estamos viviendo, la propaganda es un arma de tremenda importancia estratégica.
Cuando el ‘califato’ del Estado Islámico termine de colapsar, Al Qaeda seguirá ahí, advierten los expertos.
Occidente haría bien en (volver a) prestar toda la atención a la red terrorista fundada por Ben Laden.
¿Cómo reaccionará Washington?
La célebre red terrorista quiere presentarse como gran alternativa al Estado Islámico.
El dictador sirio se ha comportado como un auténtico bombero pirómano.
Al oscuro líder del Estado Islámico se le dio por muerto a principios de año.
«No reconocemos ese califato. (…) No vemos a Abubaker al Bagdadi como alguien digno del Califato».