El interés nacional debe primar sobre las promesas electorales.
Hay líderes que se crecen en la adversidad, y la opinión pública no siempre castiga la claridad.
La desconfianza entre la Policía y los ciudadanos árabes no es buena para ninguna de las partes.
El régimen de Teherán es una amenaza global.
Los árabes israelíes quieren integrarse en Israel, por eso están hartos de sus pretendidos líderes políticos.
Bruselas y Ankara deberían dejar de usar a quienes huyen de la guerra como moneda de cambio.
Las relaciones entre judíos y árabes en Israel están atravesando un momento difícil.
El liderazgo político y religioso palestino, culpable de esta eclosión de odio.
El alcalde árabe de Nazaret, indignado con un miembro de la Lista Árabe Unida.