Pero debe proceder con cautela si no quiere enfrentarse a Rusia.
El racista antisemita Hüseyin Nihal Atsiz, uno de los más prominentes simpatizantes turcos del nazismo, sigue teniendo multitud de fans.
El régimen de Erdogan se ha convertido en un desestabilizador regional formidable.
«Santa Sofía pertenece a la Iglesia turca, a la comunidad cristiana y a quienes la han mantenido a lo largo de los siglos» (Imam Tawhidi).
Una cosa es lo que dicen las leyes y otra, cómo se aplican.
Ya sólo quedan 60.000 miembros de esta minoría, objeto de un terrible genocidio hace 104 años.
Brunson y Byle se cuentan entre los numerosos clérigos cristianos que han sido víctimas de la aversión turca al cristianismo.
Las relaciones entre Jerusalén y Ankara vuelven al estado gélido.
El genocidio cristiano en la Turquía otomana se prolongó por espacio de diez años, desde 1913 hasta 1923.
Hay que parar de una vez a Erdogan.