Es fácil dejar mudos a los que piden el boicot a los israelíes. Y los que de verdad quieren la paz lo saben.
El planteamiento de Waters y su panda, por el cual todos los israelíes son parte del Estado-Gobierno criminal de Israel, da escalofríos.
El 2,7% de la población es hispanoparlante, y otras 100.000 personas hablan ladino.