En norte de Marruecos sigue clamando contra la represión y el abandono.
Se ha convertido en el referente de los marroquíes que reclaman grandes cambios económicos, políticos y sociales.
El descontento en la población rifeña está empezando a crear un grave problema a Rabat.
Rabat no consigue rebajar la tensión en la zona.
El Rif es una olla a presión que puede desestabilizar el reino.