El proceso de paz está estancado. Palestina está fracturada entre Gaza y Cisjordania. Israel vive bajo amenaza constante. Unas bodas de plata para el olvido.
La matanza terrorista del 9 de agosto de 2001 marcó indeleblemente a la sociedad israelí.
El ‘proceso de paz’ no ha traído más que extrañamiento y violencia.
Netanyahu tacha al ‘rais’ de «deshonesto» y le acusa de alentar la violencia.
Como Yaser Arafat, fue un terrorista ‘legitimado’ por los acuerdos suscritos en la capital noruega.
¿Se han aprendido las amargas lecciones de los años posteriores al tratado?
En el 20º aniversario de los Acuerdos de Oslo hay más espacio para los reproches que para las celebraciones.
Son muchos los que creen que su país no tiene ningún socio para la paz en el lado palestino.
¿Por qué Europa ayuda en secreto a los palestinos a apoderarse del Área C mediante construcciones ilegales?
En su intento de demonizar a Bibi, están infligiendo un daño potencialmente irreparable a Israel y al pueblo judío.